El Sacramento Del Matrimonio


Es importante indicar que, desde un principio dijo Dios en Génesis cap. 2;18 «No es bueno que el hombre esté solo. Voy a hacerle una ayuda adecuada.” Es por ello, que el matrimonio, es un pensamiento de Dios. Cabe indicar que, el término matrimonio proviene del latín matrimonĭum. Se trata de la unión de un hombre y una mujer que se concreta a través de determinados ritos o trámites legales. También cabe señalar que, en Génesis cap. 2;24 dijo Dios: "Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne." Por otra parte, es importante indicar que, Jesús hace referencia a estas mismas palabras en Mateo cap. 19;5 de manera que ya no son dos, sino una sola carne. Pues bien, lo que Dios unió no lo separe el hombre, muchas veces se hace tan fácil tirar un sacramento por el suelo, como si no significara nada, olvidándose muchas veces de la gracia, y el valor que este representa para nosotros y para Dios en nuestras vidas.
Por otro lado, es importante indicar que, a pesar de que, es el amor el que une al hombre y a la mujer, no quiere decir que, todo será alegría, y es algo que debe tener presente cada persona que, se casa. Para perseverar, es bueno considerar lo que, nos dice el apóstol pablo en la primera carta a los corintios cap.13; 4-8 "El amor es paciente, es servicial; el amor no tiene envidia, no es presumido ni orgulloso; no es grosero ni egoísta, no se irrita, no toma en cuenta el mal; el amor no se alegra de la injusticia; se alegra de la verdad. Todo lo excusa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo tolera. El amor nunca falla.
Además, cabe indicar que, en el catecismo de nuestra iglesia nos dice que, Cristo es la fuente de esta gracia. "Pues de la misma manera que Dios en otro tiempo salió al encuentro de su pueblo por una alianza de amor y fidelidad, ahora el Salvador de los hombres y Esposo de la Iglesia, mediante el sacramento del Matrimonio, sale al encuentro de los esposos cristianos" (GS 48,2). Permanece con ellos, les da la fuerza de seguirle tomando su cruz, de levantarse después de sus caídas, de perdonarse mutuamente, de llevar unos las cargas de los otros (cf. Ga 6,2), de estar "sometidos unos a otros en el temor de Cristo" (Ef5,21) y de amarse con un amor sobrenatural, delicado y fecundo (#1642). Cabe señalar que, no es fácil, eso se puede entender, pero nadie dijo que sería fácil.
Es importante mencionar que, según el apóstol pablo en la primera carta a los corintios cap. 7; 3-4 dice: “Que el marido cumpla los deberes conyugales con su esposa; de la misma manera, la esposa con su marido. La mujer no es dueña de su cuerpo, sino el marido; tampoco el marido es dueño de su cuerpo, sino la mujer.” También el apóstol pablo nos dice en Efesios cap. 5;33 que, "En cuanto a ustedes, cada uno debe amar a su mujer como a sí mismo, y la esposa debe respetar a su marido". Es bueno pedir al buen Dios en este día, la gracia de la perseverancia, en la vocación del matrimonio, a través del amor que todo lo vence, que todo lo puede en cristo Jesús. Amén

Referencias Bibliográficas:
Biblia de Jerusalén
Catecismo de la Iglesia Católica

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