Mi Identidad En Cristo, ¿Quién Soy?


En la actualidad la humanidad enfrenta cambios asombrosos en distintos ámbitos de la misma, cosas que hacen que el ser humano se sienta inseguro de si, insatisfecho y, por ende, trate de buscar respuestas de la vida, en las cosas del mundo, respuestas que, solo Dios nuestro creador puede dar, a través de sus santas palabras, cuando habla a nuestro corazón. Es importante indicar que, muchas veces las personas andan tan ciegas espiritualmente que, piensan que adquirir cosas o alcanzar metas, eso le va a llenar su corazón, que serán felices, y no es así, terminan más vacías que nunca, pensando que, son lo que tienen o lo que han logrado, y usted debe saber que, usted no es una casa, un carro, un título, etc. Eres algo más que eso, tu eres hijo e hija de Dios. Eres una obra de su amor, la más maravillosa y hermosa que, Dios nuestro padre pudo crear. Cabe indicar que, no está mal obtener cosas, alcanzar nuestras metas, eso es, importante para nuestro crecimiento como persona, lo malo de esto es, identificarme con las cosas, ya que, no somos cosas, somos personas, recordando que, lo verdaderamente importante es, lo que llena tu alma, tu corazón, y eso solo lo puede llenar Dios, cuando le dejas entrar a tu vida, y le permite que te transforme, a través de sus palabras, de la presencia viva, de su santo espíritu. También, es importante señalar que, según San Agustín nos dice: "Nos creaste para ti y nuestro corazón andará siempre inquieto mientras no descanse en ti". Es por ello, necesario al ser humano saber ¿Cuál es su identidad en Cristo? El termino identidad del latín identitas, la identidad es el conjunto de los rasgos propios de un individuo o de una comunidad. Estos rasgos caracterizan al sujeto o a la colectividad frente a los demás.  Cabe mencionar que, el catecismo de la iglesia católica nos dice: “Dios creó el hombre a imagen suya; [...] hombre y mujer los creó” (Gn 1, 27). “Creced y multiplicaos” (Gn 1, 28); “el día en que Dios creó al hombre, le hizo a imagen de Dios. Los creó varón y hembra, los bendijo, y los llamó “Hombre” en el día de su creación” (Gn 5, 1-2), (2331). 

Por otra parte, es importante indicar que, a través de este mismo texto bíblico del libro del Génesis, donde Dios nos dice: "Hagamos al hombre a nuestra imagen y semejanza…Y creó Dios al hombre a su imagen. A imagen de Dios lo creó. Macho y hembra los creó", (Génesis, 1; 26-27). La palabra nos habla muy claro de la identidad que, posee por naturaleza el hombre con relación a Dios, ya que, la misma palabra nos dice que, fuimos creado a imagen y semejanza de él. En nuestro ADN, es decir; nuestra genética está íntimamente ligada a la de Dios, y es sumamente importante, estar consciente de esto, ya que, muchas veces la falta de conciencia, de saber quiénes somos en Dios, nos hace sentirnos confundidos, sentirnos vacíos, limitados, y muchas veces perdidos. Pero la realidad es, que cada día más, el ser humano busca saber quién es, de donde viene y hacia dónde va para saber, dónde está realmente. La vida siempre nos hace hacernos muchas preguntas, sin respuestas algunas. La verdad todos sin acepción alguna, sentimos esa necesidad, de saber las respuestas a tales preguntas, preguntas que solo tienen respuestas, el día que tienes un encuentro personal con Jesús, ya que solo a través de él, y de sus palabras, es posible, y lo que nos permite, a su vez, encontrar el verdadero sentido de la vida, es decir; nuestro propósito.

Por otro lado, cabe indicar que, el catecismo de la iglesia católica nos dice: la imagen divina está presente en todo hombre. Resplandece en la comunión de las personas a semejanza de la unidad de las personas divinas entre sí (cf. Capítulo segundo), (1702). La gracia de Dios, la luz de su santo espíritu que es, la presencia viva de Dios en tu vida, es decir: la comunión con Dios, te hará conocer tu verdadera identidad en Cristo, ya que el señor en sus palabras nos dice:  "yo en ellos y tú en mí, para que sean perfectamente uno, y el mundo conozca que tú me has enviado y que los has amado a ellos como me has amado a mí" (Juan, 17; 23). No solo somos a imagen y semejanza de Dios, sino que somos uno en Dios, a través de Cristo. Tener la gracia de Dios, y vivir en Cristo es, maravilloso, pero sumamente importante, ya que el señor nos dice: "Permaneced en mí, como yo en vosotros. Lo mismo que el sarmiento no puede dar fruto por sí mismo, si no permanece en la vid; así tampoco vosotros si no permanecéis en mí. Yo soy la vid; vosotros los sarmientos. El que permanece en mí y yo en él, ése da mucho fruto; porque separados de mí no podéis hacer nada", (Juan, 15; 4-5). Pidamos al buen Dios la gracia de que, nos revele nuestra verdadera identidad, que la luz de su santo espíritu no solo nos llegue a cada uno nosotros, sino también a nuestra familia y, a tantas personas que necesitan saber su identidad en Cristo, y así poder cumplir su propósito en la vida. En el poderoso nombre de Jesús nuestro señor y salvador. Amén

Referencias Bibliográficas:

Biblia De Jerusalén
Biblia Latinoamericana
Catecismo De La Iglesia Católica




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