Es importante indicar que, la familia es, un regalo de Dios para
el hombre, donde le permite crecer, educarse y formarse en valores. Según San
Juan Pablo II (1994), entre los numerosos caminos, la familia es el
primero y el más importante. Es un camino común, aunque particular,
único e irrepetible, como irrepetible es todo hombre; un camino del cual no
puede alejarse el ser humano. En efecto, él viene al mundo en el seno de una
familia, por lo cual puede decirse que debe a ella el hecho mismo de existir
como hombre. Cuando falta la familia, se crea en la persona que viene al mundo
una carencia preocupante y dolorosa que pesará posteriormente durante toda la
vida. La Iglesia, con afectuosa solicitud, está junto a quienes viven
semejantes situaciones, porque conoce bien el papel fundamental que la familia
está llamada a desempeñar. El término familia procede del latin famīlia,
"grupo de siervos y esclavos patrimonio del jefe de la gens ", a
su vez derivado de famŭlus, "siervo, esclavo", que a su
vez deriva del osco famel. El término abrió su campo semántico
para incluir también a la esposa e hijos del pater familias, a
quien legalmente pertenecían, hasta que acabó reemplazando a gens.
Tradicionalmente se ha vinculado la palabra famŭlus, y sus términos
asociados, a la raíz fames («hambre»), de forma que la voz se
refiere, al conjunto de personas que se alimentan juntas en la misma casa y a
los que un pater familias tiene la obligación de alimentar. Según
el catecismo de la iglesia católica la familia en el plan de Dios es, la
comunidad conyugal establecida sobre el consentimiento de los esposos. El
matrimonio y la familia están ordenados al bien de los esposos y a la
procreación y educación de los hijos. El amor de los esposos y la generación de
los hijos establecen entre los miembros de una familia relaciones personales y
responsabilidades primordiales, (2201). Un hombre y una mujer unidos en
matrimonio forman con sus hijos una familia, (2202).
También, es importante indicar que, al crear al hombre y a la
mujer, Dios instituyó la familia humana y la dotó de su constitución
fundamental. Sus miembros son personas iguales en dignidad. Para el bien común
de sus miembros y de la sociedad, la familia implica una diversidad de
responsabilidades, de derechos y de deberes, (2203). ´´La familia cristiana constituye
una revelación y una actuación específicas de la comunión eclesial; por eso
puede y debe decirse Iglesia doméstica” (FC 21,
cf LG 11). Es una comunidad de fe,
esperanza y caridad, posee en la Iglesia una importancia singular como aparece
en el Nuevo Testamento (cf Ef 5, 21-6, 4; Col 3,
18-21; 1 P 3, 1-7), (2204). Por otra parte, es importante indicar que, la familia es la célula original de la vida social. Es la sociedad
natural en que el hombre y la mujer son llamados al don de sí en el amor y en
el don de la vida. La autoridad, la estabilidad y la vida de relación en el
seno de la familia constituyen los fundamentos de la libertad, de la seguridad,
de la fraternidad en el seno de la sociedad. La familia es la comunidad en la
que, desde la infancia, se pueden aprender los valores morales, se comienza a
honrar a Dios y a usar bien de la libertad. La vida de familia es iniciación a
la vida en sociedad, (2207). Cabe indicar que, la familia debe ser
ayudada y defendida mediante medidas sociales apropiadas. Cuando las familias
no son capaces de realizar sus funciones, los otros cuerpos sociales tienen el
deber de ayudarlas y de sostener la institución familiar. En conformidad con el
principio de subsidiariedad, las comunidades más numerosas deben abstenerse de
privar a las familias de sus propios derechos y de inmiscuirse en sus vidas, (2209).
No lo que se pretende hacer si se llegara a aprobar la ley de ideología de género
en el país que solo busca la destrucción del núcleo familiar, sin importar las
consecuencias de la misma.
Por otro lado, es importante indicar, los deberes
de los miembros de la familia. Donde, los deberes de los hijos, esta lo que, es el respeto
filial se expresa en la docilidad y la obediencia verdaderas.
“Guarda, hijo mío, el mandato de tu padre y no desprecies la lección de tu
madre en tus pasos ellos serán tu guía; cuando te acuestes, velarán por ti;
conversarán contigo al despertar” (Pr 6, 20-22). “El hijo sabio ama
la instrucción, el arrogante no escucha la reprensión” (Pr 13, 1), (2216).
Es importante mencionar también, lo que son, los deberes de los padres la
fecundidad del amor conyugal no se reduce a la sola procreación de los hijos,
sino que debe extenderse también a su educación moral y a su formación
espiritual. El papel de los padres en la educación “tiene
tanto peso que, cuando falta, difícilmente puede suplirse” (GE 3). El
derecho y el deber de la educación son para los padres primordiales e
inalienables (cf FC 36), (2221). Además, es importante indicar, la relación
entre la familia y el reino de Dios, donde hacerse discípulo de
Jesús es aceptar la invitación a pertenecer a la familia de Dios, a
vivir en conformidad con su manera de vivir: “El que cumpla la voluntad de mi
Padre celestial, éste es mi hermano, mi hermana y mi madre” (Mt 12,
49), (2233). Pedimos al buen Dios por nuestra familia y por todas las familias para
que el buen Dios les bendigas hoy y siempre. Amén
Referencias Bibliográficas:
Biblia de Jerusalén
Catecismo de la iglesia católica
Carta Gratisimam De San Juan Pablo II a las Familia
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