
También,
es importante indicar que, la falta de perdón tiene consecuencias, tanto a
nivel físico, como espiritual y, como afecta la falta del mismo, por ende, a
nivel emocional. Por otra parte, cabe señalar que, perdonar no es, un
sentimiento, es difícil sentir que, debo perdonar, porque viene a memoria la
ofensa, perdonar no es, olvidar, porque usted, no sufre de amnesia, perdonar no
es, justificar, porque lo que, está mal, está mal, hágalo, quien lo haga,
perdonar no es, hacer como que, no pasó nada, no. Entonces se preguntará, ¿Qué
es perdonar?, perdonar es, una decisión. Entonces, ¿Por qué perdono?, perdono
por amor a Dios, y por temor a Dios, porque no quiero perder su amor y, su
misericordia hacia a mí. Por otro lado, cabe señalar que, el señor a través de
sus palabras nos dice: "Que, si vosotros perdonáis a los hombres sus
ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no
perdonáis a los hombres, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras
ofensas."
(Mateo, 6; 14.15).
(Mateo, 6; 14.15).
Además,
cabe indicar que, el señor nos dice a través de su palabra que: "Pedro se acercó entonces
y le dijo: Señor, ¿cuántas veces tengo que perdonar las ofensas que me haga mi
hermano? ¿Hasta siete veces? Dícele Jesús: No te digo hasta siete veces, sino
hasta setenta veces siete" (Mateo, 18, 21-22), es decir; todas las veces que sea necesario, porque setenta
veces siete es, un número simbólico para denotar que, debemos perdonar siempre
las ofensas. Pero cuidado, perdonar no es, devolver la confianza, usted no sabe,
si esa persona, se arrepintió de corazón, por lo que, debe considerar que, usted
debe ser prudente, los hijos de Dios estamos llamados a ser sabios. Pero si, en
algún momento, usted ve que, esa persona necesita de usted, no le niegue su
ayuda, hágalo por amor a Dios, ya que, el señor nos dice: que, " Habéis
oído que se dijo: Amarás a tu prójimo y odiarás a tu enemigo. Pues yo os digo:
Amad a vuestros enemigos y rogad por los que os persigan, para que seáis hijos
de vuestro Padre celestial, que hace salir su sol sobre malos y buenos, y
llover sobre justos e injustos" (Mateo 5; 43-45). Estamos llamado a ser: “Misericordioso como el padre” (Lucas 6;
36). El signo más grande de amor y misericordia que, podemos realizar es,
el perdón. Pidamos a nuestro padre celestial la gracia de perdonar, a los que
nos ofenden, como así, Dios perdona nuestras ofensas hacia él, así como nos dice
la oración del padre nuestro. Amén
Referencia bibliográfica:
Biblia
de Jerusalén
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