
También, es importante indicar que, el apóstol san Pablo nos dice: El que ama al prójimo ha cumplido la ley. En efecto, lo de: no adulterarás, no matarás, no robarás, no codiciarás y todos los demás preceptos, se resumen en esta fórmula: amarás a tu prójimo como a ti mismo. La caridad no hace mal al prójimo. La caridad es, por tanto, la ley en su plenitud, (Rm 13, 8-10), (2196). El amor es perfecto, (1Carta a los Corintios13). Cabe señalar que, el señor a través de sus palabras, nos dice: "Como el Padre me amó, así también los he amado yo: permanezcan en mi amor. Si cumplen mis mandamientos, permanecerán en mi amor, como yo he cumplido los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Les he dicho todas estas cosas para que mi alegría esté en ustedes y su alegría sea completa. Este es mi mandamiento: que se amen unos a otros como yo los he amado, (San Juan, 15;9-12). El mandamiento principal de Dios para con nosotros es, el amor, y no es fácil, porque el amor exige sacrificios, y entrega incondicional, ya que el mismo no depende de corresponder a un sentimiento, sino, más bien, requiere voluntad, así es, amar no es un sentimiento, es una elección y, por ende, una decisión. Cabe señalar que, amar es un verbo y, por ende, si es, un verbo, es una acción. Por lo que, no tengo que sentir la necesidad de amar para poder hacer el bien. Por otra parte, es importante indicar que, el señor nos dice: "yo les digo a ustedes que me escuchan: amen a sus enemigos, hagan el bien a los que los odian, bendigan a los que los maldicen, rueguen por los que los maltratan. Al que te golpea en una mejilla, preséntale también la otra. Al que te arrebata el manto, entrégale también el vestido. Da al que te pide, y al que te quita lo tuyo, no se lo reclames. Traten a los demás como quieren que ellos les traten a ustedes," (San Lucas, 6; 27-31). Lo que, el señor nos manda, en este pasaje, no es fácil, ya que es difícil amar, a quien no nos ama. Pero con la gracia de Dios, es posible.
Es importante indicar que, el apóstol Juan nos dice: "Quien no ama no ha conocido a Dios, porque Dios es Amor", (I Juan, 4). Para ser verdaderos testigos de Dios y de la verdad, es necesario amar. Solo el amor nos puede dar la fuerza necesaria, y el verdadero sentido a la vida. Por otro lado, cabe mencionar que, el apóstol pablo nos dice: "El amor es paciente y muestra comprensión. El amor no tiene celos, no aparenta ni se infla. No actúa con bajeza ni busca su propio interés, no se deja llevar por la ira y olvida lo malo. No se alegra de lo injusto, sino que se goza en la verdad. Perdura a pesar de todo, lo cree todo, lo espera todo y lo soporta todo. El amor nunca pasará... Ahora, pues, son válidas la fe, la esperanza y el amor; las tres, pero la mayor de estas tres es el amor", (1º Carta a los Corintios, 13;4-13). El amor lo vence todo, es decir; lo puede todo. El papa San Juan Pablo II nos dice: El amor me lo ha enseñado todo. Además, cabe indicar que, la muestra más grande de amor nos la da el señor, cuando muere en la cruz por nuestra salvación, y el, en sus palabras nos dice: "No hay amor más grande que dar la vida por sus amigos," (San Juan, 15; 13). Pidamos al padre de amor y misericordia la gracia de amar al hermano, que no nos dejemos guiar por un sentimentalismo, que podamos vivir el don del amor, desde lo cotidiano y ordinario de nuestras vidas. Amén
Referencias Bibliográficas:
Biblia Latinoamericana
Catecismo De La Iglesia Católica
Existos y muchas Felicidades Dios te bendiga siempre
ResponderBorrarAmén. Gracias. Dios te bendiga siempre
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