
También,
es importante indicar que, el "Creo" (Símbolo de los Apóstoles):
Es la fe de la Iglesia profesada personalmente por cada creyente,
principalmente en su bautismo. "Creemos" (Símbolo de
Nicea-Constantinopla, en el original griego): Es la fe de la Iglesia confesada
por los obispos reunidos en Concilio o, más generalmente, por la asamblea
litúrgica de los creyentes. "Creo", es también la Iglesia, nuestra
Madre, que responde a Dios por su fe y que nos enseña a decir:
"creo", "creemos", (167).Según el Papa Benedicto XVI afirma: "La expresión "sola fide" de
Lutero es cierta si no se opone la fe a la caridad, al amor. La fe es mirar a
Cristo, encomendarse a Cristo, unirse a Cristo, conformarse a Cristo, a su
vida. Y la forma, la vida de Cristo es el amor; por tanto, creer es conformarse
con Cristo y entrar en su amor. Por eso san Pablo en la Carta a los Gálatas, en
la que sobre todo ha desarrollado su doctrina sobre la justificación, habla de
la fe que obra por medio de la caridad (cfr Gal 5,14)". Por otra parte, es
importante señalar que, el apóstol San Pablo nos dice: "Ustedes han sido
salvados por la fe, y lo han sido por gracia. Esto no vino de ustedes, sino que
es un don de Dios; tampoco lo merecieron por sus obras, de manera que nadie
tiene por qué sentirse orgulloso, (Carta a los Efesios 2;8-9)." La fe
nos hace participe de la salvación.
Por otro lado, cabe indicar, la importancia de
la fe, ya que, el señor en sus palabras nos dice: "¿No te he dicho que, si
crees, verás la gloria de Dios?" (Juan 11; 40). La salvación y los milagros
suceden en nuestras vidas, por la fe, ya que, la misma palabra nos dice: "Él
le dijo: Hija, tu fe te ha salvado; vete en paz y queda curada de tu
enfermedad." (San Marcos 5; 34). Es importante señalar que, en ese
mismo pasaje bíblico, se nos dice que, Jairo el jefe de la sinagoga tiene su
hija enferma, y va en busca del señor, pero le dijeron no moleste al maestro tu
niña ha muerto, pero el evangelista nos dice: "Jesús que oyó lo que habían
dicho, dice al jefe de la sinagoga: «No temas; solamente ten fe.»" (Marcos
5; 36). El señor nos muestra que, no importa la magnitud de la situación que,
este enfrentado en tu vida, en tu familia, en el trabajo, él te invita a no
tener miedo, al contrario, solo a creer, a confiar en él, en su amor y en su
misericordia. Además, es importante señalar que, la fe es esencial en la vida
de cada persona, porque la necesitamos para caminar confiados, para perseverar,
y lo más importante, nos hacemos justo por la fe, y estamos llamados a vivir
por fe y para vida de fe. El apóstol pablo nos dice: "Como ven, no me
avergüenzo del Evangelio. Es una fuerza de Dios y salvación para todos los que
creen, en primer lugar, para los judíos, y también para los griegos. El
Evangelio manifiesta cómo Dios nos hace justos, es decir, nos reforma por medio
de la fe y para la vida de fe, como dice la Escritura: El que es justo por la
fe vivirá." (Carta a los Romanos 1; 16-17). Pidamos al buen Dios la gracia
del don de la fe, ya que, solo a través de ella nos hacemos participe de la salvación
en Cristo Jesús. Amén
Referencias
Bibliográficas:
Biblia
De Jerusalén
Biblia
Latinoamérica
Catecismo
De La Iglesia Católica
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